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Drishti es una palabra sánscrita que se interpreta como mirada, y en la practica del Tantra y la Sexualidad Sagrada, la utilizamos como enfoque visual. Cabe recordar que las Odaliscas y Geishas, hacían de sus ojos una gran herramienta de seducción, y que esa herramienta era el primer paso para lograr obtener la atención plena y desmedida del prospecto que estaría destinado a dar el paso al contacto íntimo.
EL CONTACTO VISUAL Y SEXUAL
Muchos textos antiguos del Tantra y del Taoísmo hacen hincapié en que, para poder fundir los cuerpos de los amantes en su totalidad es necesario, durante la primera etapa del contacto sexual tratar de mantener los ojos abiertos para localizar, dentro de la mirada, las partes más claras del ser humano que nos acompaña en la cama y, de esa manera, profundizar en el contacto para que sea placentero y duradero.
Las heridas emocionales hacen que una gran mayoría de personas oculten la mirada real por debajo de gruesas cicatrices y que su mirada no transmita la pureza y esencia de su interior.
Como es bien sabido, cuando una persona desarrolla una correcta sexualidad, su mirada es brillante y permite a los músculos faciales mantener un estado de relajación.
El arte de la alcoba pide al practicante que haga contacto sexual visual completo, ya que la fase de la sexualidad se cimenta a partir de la fusión de miradas. Drishti es una herramienta para indicarle a todo tu cuerpo y flujo energético que no solo que se ajuste al momento presente, sino que esa atención permita que la necesidad eyaculatoria se alargue para poder fusionarnos en amor, placer y sanación sexual.
El autor es médico especialista, uno de los máximos exponentes en Latinoamérica de la Sexualidad sagrada, el Tantra y la meditación en los medios de comunicación y editoriales. Autor del libro Sexualidad Sagrada para la vida real. Síguelo en YouTube.